Marabunta de críos para Promesas
B, doce más uno como diría Ángel Nieto. Y entre ellos la hormiga atómica, Pilar
Caso, quien recibía ánimos no sólo de los padres y de África, también de chicos
y chicas de otros equipos. Ya en la línea de salida se emparejaba con Óscar Sánchez
del manzanillo y con Lara Vázquez de la E.C.Santi Pérez. Dentro de esta
categoría estos tres campeones tienen la suya propia pues suelen cerrar ellos
las pruebas y las disputan como los primeros, ningún@ quiere ser el ultim@. Todos
los Promesas se encontraban alineados ocupando lo ancho de la carretera, tras
ellos otra marabunta, ésta de padres o entrenadores que sujetaban a la gran
mayoría de los chicos. Por delante de ellos, a ambos lados y llegando prácticamente hasta el bar Sixto,
un reguero de gente esperaba el comienzo de la prueba. Daban la salida y en
cabeza ya se colocaban claramente destacados Nerea Álvarez de C.C. León y Asier
Fernández de Nava 2000, el resto de participantes sufría un poco más para coger
impulso y trazada limpia. Tras ellos los adultos que se habían colocado para
sujetarlos atisbaban en el horizonte con la vista puesta en las evoluciones de
sus campeones y media sonrisa en la cara. En la parte trasera Pilar se
emparejaba con sus dos contrincantes habituales mientras libraba la primera
dificultad a modo de cono, pues tanto Óscar como ella estuvieron a punto de
llevarselo por delante y de dar con sus huesos en el suelo. La lucha entre
ellos continuó enconadamente hasta que en la subida de la calle Plácido
Martínez Pilar tiró de casta y no se bajó de la bici para subirla, consiguiendo
una renta suficiente para lanzarse en solitario en busca de la meta. No sin
antes pegar un susto al personal. En la curva de Raúl Cuervo con Río Pendón
realizó un recto, y directa al muro se iba de no ser por los allí presentes que
la pararon en el último suspiro. A pesar de este percance se reincorporó rápido
a la prueba sin ser adelantada por sus dos oponentes. Tras la carrera muchos
fueron a preguntarle que le había pasado en la curva, pero Pilar aún bajo los
efectos del susto no conseguía explicarse con palabras y dejaba que su cara con
una sonrisa lo dijera todo.
En Promesas A retomaban la competición Selena Barreiro, David Ordiz y Ángela Pérez, que se unían a Gabriel Caso para formar nuevamente los cuatro fantásticos. Misma colocación en salida que en los promesas B, pero sin tanto jaleo tras ellos ya que sólo unos pocos entrenadores en la distancia aguardaban el pistoletazo de salida. El ambiente entre los participantes estaba muy relajado y entre ellos tenían sus charlas, bromas y demás. Con el pistoletazo de salida pronto, en apenas unos metros, se pudo ver que nuestros chicos tenían hambre. David Ordiz se ponía en cabeza de la prueba, seguido de Raúl Rodriguez del C.C. Colloto, que a su vez llevaba a la par a Selena. Un poco más atrás Ángela y Gabriel se encontraban remontando y ya se aproximaban a la cabeza del grupo. Totalmente metidos en carrera con todo el desarrollo metido el grupo llego al final de la calle La Riega liderados por una mancha roja, que sólo Raúl rompía. Aquí les vino la gran sorpresa, recordad que se bifurcaba el circuito en dos, y ellos tenían que realizar el pequeño. Pues bien la organización se lió, o bien los chicos no se enteraron, pero el coche que habría la prueba se metió a la izquierda ya que el atajo estaba cerrado. Así, de golpe y con todo metido, se les vino encima una buena subida. David y Gabriel la libraron con soltura y al final de ella lideraban el grupo junto a Raúl y tras ellos un pequeño grupito en el que viajaban Selena, Laura Álvarez del Manzanillo y los chicos de la E.C. Viella Mario García y Asier Ramos. El resto de chicos sufrieron para superar el obstáculo, y en concreto nuestra chica Ángela, que llegó a ser rebasada por algún adversario que subía la cuesta a pie, mientras ella se empeñaba en realizar la subida montada en su máquina de tortura.
Tras la subida Raúl y David se lanzaron hacia delante consiguiendo una renta curiosa como para saber que entre ellos estaba el ganador. Detrás de ellos Laura superaba a Gabriel, otra vez, y Mario se aproximaba a éste. Selena volvía a liarse con los cambios y perdía comba con el grupo delantero. En la zona trasera Ángela comenzaba una lucha con Víctor Viñuela del C.C. León y Marina Segovia del Manzanillo. En el tramo final con todo el esfuerzo realizado y sin posibilidades de dar mucho más las posiciones se mantuvieron con apenas unas pequeñas variaciones en distancias entre chicos. En cabeza la prueba era para Raúl, que se imponía con comodidad a David. Gabriel consiguió mantener la cuarta posición sintiendo el aliento de Mario tras él. Selena llegaba tras ellos “moliendo café” al igual que Ángela, incapaces o sin darse cuenta de cambiar el desarrollo.
Catorce participantes y dos
vueltas al circuito grande para Samuel Fernández y Guillermo Mesa en Principiantes
A. Rápida salida la de Manuel Aller de C.C. León que estiraba el grupo ya para
empezar. Samuel bien atento respondía poniéndose a su rueda, mientras que
Guille pillado distraído tardaba en reaccionar y tomaba las últimas posiciones.
Al primer paso por meta el grupo se mantenía compacto pero estirado, y
comandado por Manuel y Adrián Álvarez del Manzanillo, tras ellos Samuel
esperaba agazapado calculando y observando los movimientos del grupo. En octava
posición y cerrando el grupo, del que se descolgaba Salma Alonso del C.C.
Colloto, Guillermo intentaba recuperar aliento tras el calentón del principio.
En la subida hacia el museo de la sidra Adrián estiraba aún más el grupo del
que Guille y Alejandro Molina comenzaban a descolgarse.
Comenzaba la última vuelta y en cabeza se mantenían ya sólo cinco participantes que no estaban dispuestos a relajar el ritmo, y que desaparecían de uno en uno de la vista de la gente situada en meta en busca de la subida de la calle La Riega. A la curva de Raúl Cuervo con Río Pendón llegaban ligeramente escapados Samuel y Adrián, con Samuel en cabeza y una larga recta para un sprint que daba nuevamente la victoria a Samuel. En octava posición y descolgado de Alejandro, Guillermo encaraba la última recta con la cabeza gacha y pensativo, quizás por el calentón que se tuvo que pegar nada más dar la salida y que le lastró para el resto de la prueba.
Comenzaba la última vuelta y en cabeza se mantenían ya sólo cinco participantes que no estaban dispuestos a relajar el ritmo, y que desaparecían de uno en uno de la vista de la gente situada en meta en busca de la subida de la calle La Riega. A la curva de Raúl Cuervo con Río Pendón llegaban ligeramente escapados Samuel y Adrián, con Samuel en cabeza y una larga recta para un sprint que daba nuevamente la victoria a Samuel. En octava posición y descolgado de Alejandro, Guillermo encaraba la última recta con la cabeza gacha y pensativo, quizás por el calentón que se tuvo que pegar nada más dar la salida y que le lastró para el resto de la prueba.
En Infantiles nuestros luchadores no han tenido posibilidad de brillar debido al fuerte ritmo de las primeras vueltas que imponían los chicos del Manzanillo, con varios ataques hasta que salió la fuga buena. Nada más dar la salida Iván Álvarez del Manzanillo lanzaba el primer golpe a un pelotón medio dormido. En la subida de la calle La Riega sólo tenía un par de metros sobre el grupo que pasaba totalmente estirado y prácticamente de uno en uno. De los nuestros era Irene la que pasaba mejor colocada en el grupo, hacia la séptima posición, los demás chicos pasaban a cola del grupo arropándose entre ellos. En el primer paso por meta Iván seguía escapado, tras él un grupo de siete ciclistas y a un par de metros, intentando entrar en el primer grupo, otros siete chicos comandados por Irene Barreiro en el que también viajaba Pablo López. Martín cerraba el tercer grupo y Luis Revilla empezaba a descolgarse haciendo grupeta con dos chicos de las Mestas, Diego Fernández y Daniel Sierra.
A la segunda subida de La Riega Iván
estaba a punto de ser cazado por el primer grupo, al que perseguían muy de
cerca un pelotón que se hacía más numeroso, en él Irene y Pablo viajaban sin
problemas. Y tras ellos un quinteto que cerraba Martín Fernández. La grupeta
trasera donde viajaba Luis Revilla crecía con la llegada de otro chico, Daniel
Quintana del C.C. Ruta De Occidente. Coincidiendo con el paso por meta Iván era
engullido por el primer pelotón que aumentaba en unidades con la entrada de
Yago y Pablo. Tras ellos un quinteto que se exprimía por no ceder, buscando el parón
en cabeza tras la caza de Iván y luego un sexteto en el que Irene sufría más de
la cuenta sin encontrar ritmo. Los grupos en los que viajaban Martín y Luis
seguían con las mismas unidades luchando contra el endiablado ritmo que ponían
en cabeza, para que no les doblaran a las primeras de cambio y se vieran excluidos
de la carrera.
A partir de este punto de la
prueba el grupo delantero, en el que viajaba Pablo, sufría pequeñas variaciones
en el número de unidades dependiendo de las paradas o arreones que imponían los
chicos del Manzanillo. En los grupos traseros las unidades viajaban de un grupo
a otro dependiendo de cada vuelta, la grupeta en la que viajaba Luis se rompía
por la impotencia de algunos de ellos de mantener un fuerte ritmo y dejaba a éste
en solitario delante de ellos. Irene perdía comba con todo aquel grupo que la
alcanzaba y comenzaba su calvario particular, Martín hacia lo propio con su
grupo y se quedaba en solitario. Cuando todo parecía que se hundía para estos
dos gurreros se encontraron en la lucha que cada uno llevaba en solitario y se
lanzaron a compartir esfuerzo. Con mucha determinación se impusieron un ritmo alegre
y constante que les llevó a ver como la distancia con el grupo de cabeza se reducía,
ya que en un paso por meta los pudieron ver pasar hacia el bar Sixto. Pero tras
vuelta y media de unión, en la subida de la Riega Irene cedía, Martín al verse solo
y cazando a más chicos no lo dudó y se tiró a la aventura en solitario. Tras él
empezaban a quedar chicos, por cada chico que superaba y dejaba atrás su
semblante se volvía más firme.
Hacia mitad de la prueba, la
carrera tomó un cariz aún más exigente para todos, para los que se jugaban el
triunfo y para los que pretendían terminar la prueba sin ser doblados. Yago
Segovia lanzó un fuerte ataque, que en el grupo no pudo responder nadie, y avivó
las llamas de la tragedia para todos los participantes, pero sobre todo para
nuestros chicos. Pablo, que se encontraba en el grupo antes del golpe de Yago,
ya tenía bastante con mantenerse en él y terminó por ceder tras aguantar varias
vueltas de sufrimiento metido en el grupo en busca y captura del fugado. Por un
momento se quedó en solitario,
totalmente vacío, hasta ser alcanzado
por el dúo formado por Carlos González de Las Mestas y el chico del Nava 2000
Sergio Palacio.Detrás, Martín se unía
definitivamente a Adrián Alcañiz de la
E.C. Santi Pérez, no sin antes pasar varias vueltas jugando al gato y al ratón
los dos. Primero Martín adelantaba a Adrián, luego al revés, y vuelta a
empezar. Tuvo que venir Irene desde atrás, recuperándose del gran bache, para
poner un poco de orden en los chicos y crear un grupito que ya se encontraba
luchando por no ser engullidos por la cabeza de carrera, en la que Yago Segovia
marcaba aún el ritmo en solitario. A estas alturas de prueba Luis ya había sido
engullido un par de vueltas antes dejando tras él a dos participantes y siendo rebasado
por todos los compañeros de grupeta del principio de carrera. La ilusión, la alegría
y las ganas que pone este chico antes, durante y después de la carrera es para
enmarcar. Da igual que le pasen al poco de empezar, al final o que tenga
infortunios como le sucede últimamente, la sonrisa no la pierde y no le verás
un mal gesto hacia nadie. Ahora a esas cualidades hay que empezar a sumarle más
trabajo para el año que viene estar muuuucho más arriba, pero manteniendo las
ganas y la ilusión.
Nos habíamos quedado en el relato
con un Yago dominador castigando duramente a todos y rebasando a todo bicho
viviente que se le pusiera por delante. Tras Luis no tardaron en caer nuestros
dos guerreros Martín e Irene, quienes habían tenido un comportamiento en carrera
muy luchador, ella sabiendo sufrir para recuperarse del bache y él venciendo a
su mente. Tan sólo nos quedaba Pablo en la lucha en la que se había convertido
la carrera. El chico seguía manteniéndose en el trío, pero cada paso por la
subida de la Riega hacia que el dolor en las piernas fuera a más. En dicha
subida se encontraban unas pocas personas dando ánimos a los ciclistas, y
escondido entre ellos se hallaba el famoso “Tío Del Mazo” que dio de pleno y
con todas las ganas a Pablo. Éste del golpe se vio descolgado de sus compañeros
y en un par de vueltas se convirtió en otra muesca más para Yago. A falta de
dos vueltas la escuela perdía a todos sus participantes.
Tras las carreras a la espera de
la entrega de premios el avituallamiento y los juegos en el parque fueron los
protagonistas para todos los chicos, mientras que los familiares felicitaban a
los chicos por las grandes carreras que se habían visto. Tras un breve lapso de
tiempo por megafonía se avisó que la entrega de premios iba a comenzar en breves
momentos, llamando a las autoridades en primer lugar para que se fueran acercando
al pódium. En esta carrera todos, desde el último al primero se llevan para
casa un bonito trofeo. Entre los más peques la sonrisa en sus caras hacían que
todos ellos brillaran con luz propia, y en los mayores las bromas al recoger
los trofeos relajaban el sufrimiento de la gran carrera que todos habían
realizado.
Con esto el día se dio por
terminado, pero no para la Familia Coque Uría, quién por cierto se hallaba
mezclado entre el público viendo las carreras de sus pupilos, ya que había
tarta de cumpleaños. Como viene siendo habitual el jolgorio y el pulular de
platos y tarta no dejó a nadie indiferente y mucho menos a los peques, quienes
se pusieron ciegos de tarta. La cumpleañera su entrenadora y directora
deportiva de la escuela. Feliz cumpleaños y que cumplas muchos dedicando tiempo
a los más peques con la misma paciencia y ilusión.
Aquí podéis ver las clasificacionesy las fotos
.
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